domingo, 1 de diciembre de 2013

PEP, LOW Y LAHM. "TRES HOMBRES Y UN DESTINO"

Se empieza a sentir la llegada de un profeta del fútbol que ha contagiado de nuevo a un todopoderoso campeón desde la cima. Sin dudar lo más mínimo, ha cambiado el acorde de esa partitura que la temporada pasada resonaba en Europa y el mundo. Seguir siendo el mejor y al que todos temen. Al que nadie quiere verse emparejado con él. La pesadilla de los más pequeños. Capacitado para renovarlo, reeducarlo y continuar con su exitoso momento. Ese es su legado. El legado de Pep Guardiola.
El de Sampedor no ha dejado de sorprender desde su llegada a tierras bávaras. A un reto que para muchos era demasiado fácil y accesible. Todo ello inmerso en un ambiente de serenidad y a la par expectante por su exitoso paso por Barcelona.

El equipo muniqués se ha consolidado como uno de los claros candidatos a ganarlo todo, por segunda vez consecutiva. Un reto para el club y también para Guardiola. Un reto a la historia del fútbol. Un reto con mayúsculas. El destino ha querido que el éxito de ambos vaya de la mano. Pero no solo de estos dos, también hay un tercero.

La Alemania de Joachim Low es la contagiada de las pautas del nuevo entrenador del Bayern. Otra más unida a ese destino. Durante meses, “El Pep”, ha tratado de buscar su equilibrio de juego modificando el exitoso estilo de Heynckes. Cambiando los roles del equipo. La forma, el cómo, el cuándo, el para y el porqué de hacer las cosas. Darle otro sentido a lo que estaban acostumbrados a hacer. Modificar posiciones de jugadores consolidadas, muy respetadas e intocables. Como si de una revolución se tratase. Sin ningún temor a nada ni a nadie.

Como dijo Pep en una ocasión: “No hay nada más peligroso que no arriesgarse”. Todo ello, y era de esperar, ha llamado la atención del seleccionador alemán, de tal manera, que se han visto en varias ocasiones. Low seguramente se ha preparado bien la lección, empapándose de los consejos de Guardiola para hacer bien los deberes con la “Manschafft”.
Low, enamorado del estilo “Pep”,  afirmó en una entrevista que porque no aplicar las modificaciones del Bayern a la selección alemana, “yo quiero lo mismo, necesitamos variantes para ser impredecibles para cualquier rival".

En medio de Joachim y Pep aparece Philip Lahm, capitán del Bayern de Munich y de la selección alemana. El chico para todo. Otra niñita más para la colección del Pep y ahora también para la del seleccionador alemán. Desde la llegada de su nuevo entrenador, Lahm, ha sido relegado de su posición de lateral derecho a la de mediocentro defensivo. Empezó siendo un experimento de pretemporada y ahora es toda una realidad.

A pesar de las críticas recibidas, hasta del propio jugador, su entrenador ha encajado de manera fantástica el elemento que más resultado le está dando y del que tanto puede presumir.  El caso es que ni Javi Martínez ni su útil alternativa Thiago Alcántara son pasadores suficientes para un centro del campo “made in El Pep”. A pesar de la impecable técnica y visión de juego de ambos, no van a hacer cambiar de idea a su entrenador.


Guardiola y Low lo tienen muy claro, Lahm es su hombre. El capitán del Bayern de Munich y de Alemania reúne todas las características y es el elegido para hacer de Xavi en su equipo y de Beckenbauer en su selección. Rápido en el giro, seguro en el pase, recuperador y escasa pérdida de balones. Suficientes aptitudes para ganarse a Guardiola el cual afirmó que “nunca había entrenado a un jugador tan inteligente como él” y ni qué decir tiene de su seleccionador Joachim Low, el cual también afirmo que "tiene una autoridad natural, asume la responsabilidad y es un absoluto líder en la comunicación".




Lahm, Pep y Low. Low, Pep y Lahm. Tres hombres y un destino. Ganar absolutamente todo. La gloria como único objetivo. Inmersos en el mejor momento futbolístico de Alemania, la “Manschafft” pretende ganar su cuarto mundial que lleva acariciando los últimos tres campeonatos. El Bayern, todopoderoso de Europa, aspira a ganar su segundo triplete consecutivo, una auténtica utopía. Jamás lo consiguió otro equipo. Que mejor director de orquesta que Pep Guardiola. Para el de Sampedor sería su segundo triplete. Tampoco antes se consiguió. El destino los ha unido y los astros alineados, preparados esperando a que la gloria tiña de oro tierras bávaras. ¿Serán capaces de conseguir tal hazaña?

martes, 26 de noviembre de 2013

Elche - Valencia. "A contracorriente y en un mar de preguntas"



Seguimos en la misma línea. En la misma onda. En el mismo mar. En un mar de estrepitosas corrientes que hacen que no sigamos una dirección. Cual Perla Negra buscando el tesoro, capitaneada por un Jack Sparrow (Djucik) desconcertante y frustrado, del cual empiezan a dudar sus tripulantes y el cual, la opción de tirarse del barco, ve, cada vez más cerca. ¿Podrá Djukic cambiar esto?
Este mar nos desestabiliza a pesar de que queramos ver tierra o salir a flote, qué más da. Lo que sí me da, es que este Valencia sigue intoxicado. Seguimos queriendo meterla pero esta no entra. No rueda a pesar de ser redonda.  Por cierto, ¿es redonda?
Por más que se intente de nada sirve. Todo ello hay que añadirle la misma cara de los jugadores. Aparecen y desaparecen como estrellas fugaces en una noche de San Lorenzo. ¿Se creerán estrellas? Hoy, ante un Elche muy, pero que muy prudente y a la vez valiente, el equipo ha sido el mismo. ¿No da la sensación el equipo de Apatía?
Un autentico golazo de Fidel de cabeza y en escorzo, al más puro estilo Ibrahimovic, en el 57 del segundo tiempo, despertó al Valencia. El Elche le daba chance a los chés dándoles el balón. No llego el empate hasta el 72 donde, en un centro de Barragán que no prevé bien el central Suárez, Bernat, que era el primer balón que tocaba, remata de zurda primero a placer a las manos de pingball de Manu Herrera y por segunda vez, de nuevo con la zurda, no falló. 1 a 1. Faltaban más de 15 minutos y podía pasar cualquier cosa. Aunque como viene siendo ya una costumbre, este año los astros se han alineado para que el Valencia regale los partidos. En el 83 llegó el segundo del Elche ante una dudosa actuación de la zaga blanquinegra, donde Christian Herrera ejecuta un balón en profundidad medido de su compañero Coro haciendo su primer gol en primera y dejando al Valencia completamente bloqueado. ¿Le faltara suerte a este Valencia?
Lo poco que puedo destacar y sobretodo remarcar es, la más que marcada vulnerabilidad de este desconocido nuevo Valencia. Le damos movimiento al balón pero sin sentido. Sin rumbo. Sin un timón. Y menos todavía, sin un capitán.  Banega sentado. Canales y Fede de corto, intermitentes.  Mathieu adaptándose. Parejo como siempre, fútbol de salón pero con la misma sangre que su entrenador, de horchata. R.Costa pasado de revoluciones nada más comenzar y sin venir a cuento. Jonas sin suerte… ¿Jugadores comprometidos? En fin, un auténtico drama a estas alturas de la temporada y con lo que se esperaba de esta buena plantilla pero pobre equipo. ¿Equipo? Demasiadas incógnitas transmite este Valencia. Espero que los que sepan la respuesta hablen. Pero que hablen en el campo.