La realidad se define como existencia real y efectiva de algo. Pues bien, el deseo se ha hecho realidad para Peter Lim, el nuevo máximo accionista del Valencia C.F, y no es otra, que ser dueño de un club de fútbol, el mayor deseo del singapurense. Su sueño ahora es hacerlo grande.
Su intento fallido en 2010 de hacerse con la propiedad del Liverpool le hizo fijar la mirada en un equipo grande que andaba en horas bajas y con una deuda considerable a la que hacer frente, todo un reto. Ese fue el Valencia, nuestro Valencia. Lim no se lo pensó y visitó la capital del Turia para intentar convencer a Manuel Llorente, que en aquel momento presidía la entidad, de que él era el hombre que había estado buscando todo este tiempo. El presidente no aceptó sus pretensiones y en un segundo intento el empresario lo ha logrado. Ya puede decir bien alto que el Valencia C.F. está en sus manos.
Y en sus manos están todas las almas de los aficionados valencianistas que, día tras día y año tras año, velan por el bien del equipo, acudiendo al estadio, animándolo incondicionalmente y deseosos de que su club vuelva al lugar que se merece: lo más alto.
Desde 2008 se han sucedido temporadas en las que, desgraciadamente, los valencianistas han visto decrecer el status de su equipo con la marcha de sus mejores jugadores, cambios de entrenador, poca competitividad… y todo ello, propiciado por la mala gestión institucional que se llevó a cabo en su momento.
El pasado sábado, atenuada por el interés que despertaba el partido entre Barcelona y Atlético de Madrid, en Valencia, recibíamos la gran noticia de que Bankia vendía el 70 por ciento de sus acciones al empresario Peter Lim, y daba por concluida la interminable espera por saber quién iba a ser el inversor elegido.
El empresario ya se ha puesto manos a la obra en el nuevo Valencia C.F., y comienzan a oírse nombres importantes para reforzar la plantilla el año que viene. De manera inmediata, los hombres de Lim:Rufete, Ayala y Pizzi, encargados de hacer un Valencia competitivo, tienen varios nombres sobre la mesa y deben decidirse. Ayala comienza a hacer los deberes y Rodrigo De Paul y Luciano Vietto son dos promesas argentinas por las que la secretaría técnica del Valencia se ha adelantado a muchos clubs de Europa. Dos perlas procedentes de Racing de Avellaneda, con mucho futuro por delante. También, el defensa Garay, el mediocentro André Gomes y el atacante Rodrigo, todos jugadores delBenfica y propiedad de Meriton capital Limited, una empresa de Lim, apuntan a ser las primeras incorporaciones “chés” para la próxima temporada.
Además de gestionar la llegada de refuerzos, el club se debe deshacer de algunos jugadores que regresan de sus respectivas cesiones. Es el caso de Adil Rami y Ever Banega, dos futbolistas con muy buen mercado a los que seguramente se dará una salida y se desvincularán definitivamente del equipo blanquinegro.
Otros dos jugadores a los que se les está buscando equipo son Guardado y Helder Postiga, el primero cedido al Bayer Leverkusen alemán, y el segundo a la Lazio italiana. El mexicano tiene alguna remota opción de quedarse el próximo curso, en caso contrario, se le buscará destino. Por otro lado, el portugués Postiga no cuenta para Pizzi, y con lo que costó y lo poco que ha aportado, seguramente termine jugando lejos de Mestalla.
Muchos nombres y más que saldrán a la luz durante el caluroso verano que nos espera. La secretaría técnica del club blanquinegro espera al mejor escaparate posible, Brasil, y a partir de ahí, pujar por algún jugador que encaje en el nuevo proyecto. Los hombres de Peter Lim no duermen ni descansan, atareados con la confección de un nuevo Valencia, un Valencia grande que todos esperamos que vuelva al sitio que le corresponde.
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